diciembre 24, 2004

Carta a Santa Claus

Este año me porté muy bien por eso te quiero pedir:

Un año igualito, nada más...


Muchas Gracias...

pd. si se puede un G.I. Joe estaría de poca madre...

diciembre 23, 2004

¿Ya le pidieron a Santa Claus?

Se dice que mañana llega el afamado Santa Claus, mi hermana sigue intentando convencerme de que dicho personaje no existe, pero yo, en mi empeño, me levanto todos los veinticinco de diciembre a esperar los regalos. Hace varios años que no encuentro nada al pie del arbol de navidad, será porque mi madre olvido desde hace muchos años poner uno.

Santa Claus, personaje de bigotes y barba, rechoncho que recorre el mundo en una sola noche, vestido de rojo, para llevar regalos a los niños que se portaron bien, nunca me he podido explicar como le hace para darle la vuelta al mundo y pararse casa por casa en una sola noche, pero hasta ahora nunca ha fallado en su tarea.

Hace dos años que Santa Claus regreso a casa, la nueva silla en el comedor explica el porqué de tal suceso, a sus dos y pico de años se emociona de forma espectacular cada vez que sus padres lo traen a casa de los abuelos para descubrir que aquí también llegó Santa Claus. Cada sonrisa que nos regala cuando abre los regalos son mis mejores explicaciones de porque Santa Claus debe existir.

Pero tengo una teoría, de porqué a los grandes Santa Claus no nos trae nada: Somos muy dificiles de complacer, por lo cual Santa Claus mejor decidió dejar de llevar regalos a los grandes, suficiente tiene con recorrer el mundo en una sola noche como aparte tener que ponerse a escojer el regalo exacto para cada persona.

Por eso sigo en la espera, estoy seguro que un año de estos, Santa Claus encontrará lo que me hace falta y me descubriré al pie del arbolito de navidad sentado junto a mi sobrino rasgando la envoltura y sonreiré... Que falta nos hace sonreir.

Sucesiones

Su sentido ceño sin sal
cierto sigilio sentido sereno
seco silvido sintiendote
siento soledad solamente
sembrando centeno sin son
son cinco solo seis sentidos
sin circo sin cirio
sin su sentido ceño sin sal



El adios

Hoy hablemos del adios.

Adios!!!

diciembre 22, 2004

El bacalao

Hoy por la mañana viví uno de esos momentos familiares que terminas por agradecer.

Hoy preparamos el bacalao de la abuela, no es dificil sólo raro en cierto sentido.

1 k. de bacalao
1 1/4 k. de jitomate asado
20 tomates regulares
20 cebollas de rabo
2 cebollas cabezonas
1 manojo de perejil
100 grms. de pasas
100 grms. de almendras
1 bote de aceitunas
1 lata de chiles serranos
1 tablilla de chocolate
1/2 litro litro de aceite de oliva
10 pimientas gordas
10 clavos
1 raja de canela
1/2 bolillo
1/2 tortilla
100 grms. de manteca

Modo de hacerlo

Se pica el tomate y se frie en los 100 grms. de maanteca, ya que esta bien frito se le incorpora la cebollade rabo picada finita y luego la grande en rebanadas, cuando ya está muy bien frita se le pone todo el aceite, entonces se agregan las almendras peladas y picadas, las pasas, las aaceitunas y los chiles.

Se asa el jitomate y se muele junto con el pan frito y la tortilla frita, los clavos y la canela.

Se agrega lo anterior y enseguida el pescado que se ha remojado y desmenuzado, se sazona, se pone la tablilla de chocolate, se pone la sal que haga falta y ya para sacarlo se agrega 1 cuch. de azucar y 2 de vinagre y una raspadita de nuez moscada y el perejil limpio y picado.

Se deja hervir y se saca de la lumbre.

Así pues queda el tributo a la abuela y a su maravilloso bacalao.

Suerte a los osados, no se arrepentiran.

Te amo

Que dificil es decir te amo. Despues de cierto tiempo de relación todas las parejas tienden a crecer en todos los sentidos.

Primero la mano, despues la boca, más tarde el cuello, cuando uno menos lo piensa aquello en su mano, para despues, la mano en aquello y por fin aquello en aquello.

Primero el me gustas, despues los te quieros, más tarde los te quieros mucho, pero el paso siguiente es el que cuesta trabajo... el te amo.

Que dificil se vuelve decir te amo cuando en realidad lo sientes, durante mucho tiempo fuí un mentiroso profesional, regalaba te amos a diestra y siniestra, pero estos últimos días en realidad he tenido la necesidad de decirlo y no puedo, te amo, tan sencillita palabra, pero se queda trabada entre la manzana de adan y las cuerdas bocales.

Te amo. Lo se y no puedo. El miedo me invade.

Te amo y tu ¿me amas?

diciembre 15, 2004

La navidad

Hoy estuve leyendo en una página cibernética, los por qués de que a la gente no le gusta la navidad...

No los entendí, tengo que ser sincero. Para mi la navidad es una de las épocas más bonitas del año, entre el tono rojo de los atardeceres de verano y lo azul del invierno estan mis momentos preferidos del año.

Por tanto me declaro desde esta trinchera un enamorado del friito decembrino y la pierna glaseada, los romeritos y el bacalao.

pd. también del pavo, pero lo mio, lo mio es el pure de manzana by the side.

diciembre 13, 2004

De la fiesta, que pachanga

Se-nos fue Armillita... vuelta al ruedo que nadie pidio y el despacho en chinga como es el.

Histórico cuatro de regreso. Lindos becerritos que ni pa filete, dicen los conocedores. Desde lo alto del primer tendido la cerveza hablaba por si sola, "defendiendo nuestros derechos de todos." Fuera, Fuera.

Dos orejas para el Zotoluco, pero esa espada Zotoluco, esa espada. Los rabos se ganan con el capote pero se cortan con la espada.

Ponce y el toro, ajenos, lejos. Desde barrera, el grito: Prestale huevos Zotoluco. Huevos no es lo que le falta, le falta arte, ¿o hartos?

En las sillas azules, las caras, pura celebridad que le vale madres el toro, pero está "IN" que me vean ahí, cuanta pena de espacio desperdiciado.

Herrerias chingas a tu madre, hoy y todos los días.
Porra de sol.
Porra de alcohol.
Tunel 3.

Recomendación: 15 pesitos por el programa, no sean cabrones.

Por cierto que buenos tacos los de afuera de la México.

Gracias Martha, regreso los trastos... medios sucios pero de regreso.

Kansas Vs Tennese en caliente.

Pinches jefes nos rompieron el hocico.

10 dolares en caliente a que ganan los titanes por más de 7 puntos, 10 dolares más a que ganan la segunda mitad y el Perley con mas tres para titanes en altas más de 28 puntos.

En total 23 + 15+ 4 y los 30 dolares de entrada 72 dolares de ganacias.

Te dije que me iba a gustar. Nos vemos ahí para el proximo juego de lunes por la noche. Lo peor es que ni le vamos a los titanes ni a los jefes.

Pinches jefes nos rompieron el hocico.

diciembre 10, 2004

Ya pa´que

Por fin me liberé del yugo escolar y la mano dura del docente. En un despliegue de infinita humildad este pobre mortal deseó por unos días festejar de forma soberbia dicho acontecimiento, por lo cual me tomé el atrevimiento de invitar a mi fiesta de graduación a aquellos que se tomarón el tiempo de hacerme la vida miserable, por profesión más que por gusto (quiero pensar).

En fin aprovecho este espacio que me da la nueva era de la información para declarar mi triste y desconsolada situación ante la negativa de la Doctora, que su nombre empieza con Cristina y termina con Rivera-Garza y a la que no voy a acusar directamente, de asitir a una fiesta de adevis.

No tengo más que decir. Her Doctora es una pena, una pena. Bendito dios soñar todavia no causa impuestos. Así que espero que la próxima vez si se pueda!!!

diciembre 09, 2004

¿Qué se siente?

Ayer me preguntaron, no se cuantas veces, qué se siente grauduarse.

Hoy tengo que decirlo, se siente:

Como cuando por fin se te quita una gripa de dos meses.
Como cuando tu chava te dice que todo fue una falsa alarma.
Como cuando te avisan que los análisis salieron negativos.
Como cuando chocas y el patrullero te da la razón.
Como cuando al día siguiente de tu peor borrachera encuentras el dinero en tu cartera intacto.
Como cuando en el último segundo tu equipo favorito anota el gol de campo del triunfo.
Como cuando despues de media hora de buscar tu coche lo encuentras en el piso de arriba en el estacionamiento
Como cuando se apaga la computadora y el autorecovery magicamente abre tu trabajo de dos días

¿Qué se siente?..

noviembre 15, 2004

Agobio

Agobio. Que bonita palabra.

No dinero en la cuenta. La tarjeta sobregirada. El trabajo de un mes para entregar en semana y media. El perro que sigue cagando la esquina del sillón de cuadrícula. La sed a media noche y el garrafón vacio. La nicotina colgada de las cortinas pero no en la cajetilla. La fiesta de la prima fea el fin de semana y el traje exigiendo lavanderia. La narración a medias, ni a medias, pero dandote vueltas en la cabeza. El cubo de la ropa sucia hasta el tope, he empezado a voltear los calzones. El maldito hongo en el pie, que no se quita con nada. Los ojos llorosos, la nariz pegada, la voz gangosa y estas ganas de no hacer nada.

Pero que bonita es la palabra Agobio.

noviembre 05, 2004

Nota aclaratoria

Soy un hombre feliz...

Después de un largo recuento de los daños (por aquello de que la Trevi está de moda) llegué a la conclusión que, como me comentaron, pareciera que estoy cortándome las venas y apunto de tirar del gatillo, que mi vida a sido tormentosa y que no puedo despertar junto a un cuerpo femenino sin desear morir.

Por tanto quisiera aclarar el punto, considérome un hombre feliz que escribe de tristeza por no tenerla, la tuve y estoy seguro que la tendré, pero en esta parte específica de mi vida, soy un hombre feliz.

A manera de promesa cibernética, juro que intentaré escribir cosas más... menos... felices...

Y a intento de explicación, como diría el maestro Joaquin Sabina:

Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
por saber que estos son los últimos versos que te escribo...

octubre 27, 2004

Estas ganas de matar

Nunca había tenido tantas ganas de matar a alguien. Sin pena, ni gloria, simple y pura urgencia de matar a alguien.

¿Buscarías cuando menos darle sentido a la hazaña?, ¿algo de tela que cortar para la historia? Cualquiera diría que si te propones terminarle los días a un inocente, cuando menos harías escuchar su voz.

Yo no, yo sólo quiero hacerlo, quiero sentir la dichosa sensación de ser perverso. De ver esas cosas, de oír aquello que sólo se vive en ese momento.

Estar sólo en una calle donde no hay luz, solos, tú y yo, de frente, solos y nuestras miradas. Otra vez el deseo, esa sensación imperante en mis manos por tocar tu nuca y deslizar mis dedos hasta encontrar el cuello, largo, delicioso, mientras mis manos temblorosas están dispuestas a destrozarlo, sentir tu sangre recorrer mi piel, y guardar tus gemidos y lamentos como la travesura que realicé.

Te voy a matar. Te quiero matar. Se lo repetí con la mirada. Luego con esas ansias fortuitas de matar, le cumplí

- No vengas a molestarme - , - lo he dicho ya -, - ¡tu ya no existes! -, - ¡eres nada! - - Esa noche, encendí mi furia, te destrocé. - - Hoy no puedes reclamarme.- - ¡Aléjate! -, - ¡no quiero oírte! - , - ¡no me hagas matarte otra vez! -

¿De qué me hablas?, tú eres quien no existe, ¿a quién mataste?, de quien arrancas el placer del exterminio, si tus manos secas, podridas, ya ni agua pueden tocar. ¿De qué me hablas?

Un timbrazo me sacó de concentración. Frente al espejo, yo. No supe si ir a lavarme las manos o bajar a la puerta para atender el llamado, pero finalmente baje la pistola y decidí darme un día más para aliviar el hastío de una vida solitaria.

Me duele tanto

Me duele tanto saber que tienes miedo
que todas las mañanas parecen eternas sin tu aliento
Me duele tanto saberte lejana
que mientras más espero, más te marchas
Me duele tanto no escuchar tu risa
que tu voz ya no tenga espacio en mis oídos
Me duele tanto no tenerte cerca
que todavía siento tu cuerpo sobre el mío
Me duele tanto escapar de tu nombre
que no tengo a donde huir
Me duele tanto no tener tu vida
que de verdad me duele no tenerte, mi vida.

Sigues doliendo tanto

Durante las mañanas, cuando el sol está apunto de salir y tus caderas se estremecen por el frío que se cuela bajo las sábanas, decido volver la cabeza al otro lado de la almohada, no se porqué, ni entiendo el motivo.

Tres días al hilo. Sigo sin encontrar tu mirada, vertical, sigues doliendo tanto que no tengo palabras para decirte. Sigo sintiendo la humedad y el frío uniéndose bajo mis pies, me cuesta tanto recordarte, ahí, como espacio vacío de corazón triste.

Cuatro días ya. El tiempo me parece eterno, cuando volveré a levantarme con cuidado para no jalar de más la sábana y permitirle al aire tocar tus pechos desnudos, no soporto estas ganas de tenerte, no soporto estas puras y limpias ganas de besarte.

Cinco días. Estoy dudando que vuelvas, o estoy seguro que hice mal, o no entiendo la razón del desprecio, que bueno que no tengo crédito en el celular, si no ya estaría frito por llamarte.

El sexto día fue el peor. No te encuentro por ningún lado, prometiste volver, en verdad, ¿la distancia es el olvido?

Séptimo día, la sorpresa llegó. Una vez más estas junto a mi, ayer no dormimos más de dos horas, no podíamos dejar de tocarnos, bendito escozor bajo mi piel, espero tener las fuerzas para aguantar más de tu partida. Volteo hacia el otro lado de la almohada, quiero, no, necesito que todo vuelva a empezar.

octubre 26, 2004

Qué risa

Y tú que creías que tenías todo en las manos
que podías hacer y deshacer a tu antojo
tú que pensabas tu palabra como la última
no tenías que pedir perdón, ni permiso
tú que pensabas al mundo corriendo a tus pies
qué risa me da verte, casi muerto
dejado por ánimas, por hombres
dejado por los que alguna vez te vieron héroe
qué risa me das, ahí, tirado
qué risa me das
qué risa.

octubre 12, 2004

Qué tristeza

Qué tristeza, cada minuto que pasa, fulminante
Qué tristeza, cada quien donde su trinchera esperando al enemigo
Qué tristeza, estas ganas de tocarte, estas llagas sumergidas en limón
Qué tristeza, sin poder ver más allá de mi nariz, sin oir un susurro para saber a dónde ir
Qué tristeza, este olor húmedo, amargo, a muerte, a tí
Qué tristeza, terminar con el ajenjo en el paladar
Qué tristeza, tener que terminar, sin saber por donde comenzar
Qúe tristeza.

septiembre 27, 2004

Hoy el día no dio pa más...

No tengo más nada que decir...

septiembre 21, 2004

Pídeme, no olvidarte

Pídeme la luna, pídeme el recuerdo, pídeme el intento, pero no me
pidas una explicación porque fue lo único que salvó el amor, fue lo
único que no mató a la esperanza, porque fue lo único que le permitió
a mis labios no olvidarte.

Madrugada

Dicen que el olvido llega con la madrugada, con el ultimo soplo
de la noche, donde tu respiración se corta para permitirle la entrada
y al cúmulo de sentimientos de un nuevo día que
vienen arrastrados por el rocío, así como si fueran hojas en el
otoño más otoño de todos los solitarios y tristes otoños.

Sólo espero que tus ojos no te permitan distinguir ese momento que
llamamos madrugada y que yo me empeño en nombrar olvido, ese olvido
que llega como un suspiro y te alcanza y te roba el alma, te separa
de ti y peor aun me separa de ti.

Sólo espero que no llegue la madrugada antes de que acabes de
respirar el sentimiento que escribo, mientras la madrugada se acerca
y la respiración se siente cada vez más pesada.

Sólo espero que no me olvides cuando llegue el momento de
olvidar.

Mientras...

Mientras se desempañan las ventanas, tengo que decirte que te quiero.
Mientras esperamos los resultados, tengo que decirte que te quiero.
Mientras canta la gorda, tengo que decirte que te quiero.
Mientras siga lloviendo, tengo que decirte que te quiero.
Mientras se oiga este compas, tengo que decirte que te quiero.
Mientras dure el invierno, tengo que decirte que te quiero.
Mientras esperamos que el sol nos descubra desnudos, tengo que decirte que te quiero.
Mientras el orgasmo se prolongue, tengo que decirte que te quiero.
Mientras los 60´s esten de moda, tengo que decirte que te quiero.
Mientras te recortas el cabello, tengo que decirte que te quiero.
Mientras chabelo este al aire, tengo que decirte que te quiero.
Mientras la linea no esté ocupada, tengo que decirte que te quiero.
Mientras la isla tenga hambre de libertad, tengo que decirte que te quiero.
Mientras esperamos las últimas gotas de la botella, tengo que decirte que te quiero.
Mientras no haya humo blanco en el Vaticano, tengo que decirte que te quiero.
Mientras la pelota esté en juego, tengo que decirte que te quiero.
Mientras se inunda Venecia, tengo que decirte que te quiero.
Mientras escriba en le Blog, tengo que decirte que te quiero.
Mientras te tengo, Tengo que decirte que te quiero.

septiembre 13, 2004

Quiero te

Te quiero tanto que tanto quiero
Quieres tenerme queriendo todo
Todos quieren tenerte queriendo
Quieren tenerte queriendo tanto
Tantos quieren todo
Todos quieren tanto
Quiereme tanto que todo quede
Tan querido tan quedado

septiembre 09, 2004

Inexperto Corazón

Llevaba medias negras,
bufanda a cuadros,
minifalda azul.

Joaquín Sabina


Las tardes se sucedían monótonas o triviales, mejor monótonas por no complicar el relato o más bien historia, porque mientras más intentas idealizar, o cometes errores o terminas sin decir nada, el chiste es que era una noche de verano o invierno o cualquier día del año menos los miércoles, porque los miércoles tienen ese tono azul o verde de mitad de semana que me ponen triste o melancólico, según el caso.

La rubia o morena, no puedo decirlo o asegurarlo mas bien, estaba contenida en un pequeñísimo, diminuto, casi insignificante vestido que se embarraba o mas bien se adhería a su cuerpo como ventosa a una ventana o niño al padre cuando tiene miedo, miedo como el mío cuando en dos o tres pasos se encontraba junto a la ventana de mi último modelo o como ahora suelen llamarlos cero kilómetros.

¿Quieres fuego o sólo diversión?, en un sólo golpe de voz o, al menos yo así lo sentí, me tembló lo temblable, me sudó lo sudable o era momento de acelerar a fondo o quedarme y tragarme palabra a palabra ese aliento a ron barato y alquitrán que en una noche fría extrañas, o yo tenía un verdadero problema con el olfato o el tono romántico de la rubia morena me tenia idiotizado, porque ni era tan noche, ni estaba haciendo frío.

Entre mi enajenación o estupidez de niño que pide por primera vez las cosas por favor o entiende la frase que preguntando se llega a Roma, me tendí sobre el asiento esperando o mas bien deseando una respuesta acorde a mis posibilidades, las cuales no entendían la razón de desear llegar a Marte o Júpiter sin pasar primero por la luna, una luna de queso que se escucha tan incierto como el 600 y el cuarto que traspasó mis tímpanos abriendo un hueco en mi materia gris o azul o verde o del color que tenga yo la materia.

En la boca no porque me enamoro, o en la frente o en el cachete, pero en la boca no, una boca que permítanme decirles era como una dulce guayaba o cereza, si, mas bien cereza ya que sus dimensiones no eran muy grandes, pero suficientes o satisfactorias para este caso, el caso es que ya estaba en mi coche, o tenia prisa o demostré demasiado nerviosismo, porque ahí mismo quiso culminar el contrato verbal o acuerdo al que habíamos llegado, si tan sólo supiera que con verla o disfrutarla por unos minutos más, hubiera sido suficiente para darle la cartera o el reloj o los dos, pero la dama se bajó, del coche ni la puerta cerró, o la pena me ganó o no soporté nunca más esos ojos o tal vez lo que no podía creer era la proximidad de sus cabellos con olor indescriptible sobre mis hombros que pedían a gritos desnudarse o despojarse del peso que cargaban encima, pero acelere a fondo o hasta donde el píe me dio y salí volando.

Todos los martes o miércoles que han perdido su tonalidad azul por olvido o compasión, me doy la vuelta por la misma esquina o jugueteo entre las calles a su alrededor y espero que sean las 11 para degustar del mencionado manjar a la luz de las velas mientras escucho el piano de un pobre viejo o no tan viejo pero pobre, que toca en el bar de la esquina como a las 11 o 12 que ella sale de su tercera o cuarta función, mientras, me hago acompañar de un trago de tequila o ron o cualquier inhibidor de la conciencia para dejarme soñar con tenerla o por lo menos olerla una vez más.

Ahora todo ha cambiado, o le tengo miedo o se me olvidó como soñar, pero ya no traigo carro, ni escucho el piano, ni salgo entre semana porque no me caen las desveladas o simplemente no me quiero ilusionar, ahora salgo a media tarde a pasear a mi perro por aquella vieja calle o callejón, porque ahora en eso se convirtió, según mi mujer estoy loco o tarado o de plano no entiendo del amor, pero por más que intento recordarla como en aquella noche, con un vestido revelador o un olor que aun no puedo olvidar o el fuego o la diversión, me tira de a loco o se da la vuelta hacía el otro lado del colchón.

septiembre 08, 2004


El orden del caos

¿Te tengo?

Temprano te tengo
Tuve.
¿Tienes tiempo?, Tengo tiempo
Tantas ganas de tenerte tan temprano
taladran el tuetano hasta tocar el timbre.
¿Tienes que tomar el tranvía?
Lo tienes tan trivial que termina tan tirado.
Ya no tengo más corazón para que lo trates como un tirano.