Soy un hombre feliz...
Después de un largo recuento de los daños (por aquello de que la Trevi está de moda) llegué a la conclusión que, como me comentaron, pareciera que estoy cortándome las venas y apunto de tirar del gatillo, que mi vida a sido tormentosa y que no puedo despertar junto a un cuerpo femenino sin desear morir.
Por tanto quisiera aclarar el punto, considérome un hombre feliz que escribe de tristeza por no tenerla, la tuve y estoy seguro que la tendré, pero en esta parte específica de mi vida, soy un hombre feliz.
A manera de promesa cibernética, juro que intentaré escribir cosas más... menos... felices...
Y a intento de explicación, como diría el maestro Joaquin Sabina:
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
por saber que estos son los últimos versos que te escribo...
noviembre 05, 2004
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